Jesucristo perdonó los pecados a muchos cuando vivía entre entre los hombres, antes de morir.
Y la sangre de Jesucristo es la sangre del Nuevo Pacto porque Jesucristo dio su vida para enseñar los verdaderos mandamientos de Dios, andamientos que el pueblo no conocía, y por eso estaba en tinieblas, hasta que Jesucristo les predicó el Evangelio y les enseñó los mandamientos del Evangelio, que son los verdaderos mandamientos de Dios.
Por eso, cuando Jesucristo vino al mundo y enseñó el Evangelio y sus misericordiosos mandamientos, el pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz.