Es necesario hacer el pan y el vino como Jesucristo mandó, pero sin olvidar los mandamientos del Nuevo Pacto, que son los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó predicar y guardar para entrar en la vida, pues no debes olvidar que la sangre de Jesucristo es la sangre del Nuevo Pacto.