Las cartas de Pablo fueron torcidas por los indoctos, y por eso contienen muchos preceptos que no coinciden con los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio.
Las cartas atribuidas a Pablo predican un evangelio diferente al Evangelio de Jesucristo. Y no te olvides que el mismo Pablo nos advirtió para que si él mismo viniera predicando un evangelio diferente al que Jesucristo predicó, que no lo creyéramos (ver Gálatas 1:6-9):
Gálatas 1:6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.