
Iniciado por
misericordia
¿Y por qué comieron? Si era tal fácil obedecer a Dios, ¿por qué comieron?... ¿Es que acaso satanás no intervino para confundirlos?...
Es igual que lo que te pasa a ti, pues para conocer los mandamientos que Jesucristo te enseña en el Evangelio, no se necesitan muchos años de estudio, porque los mandamientos que Jesucristo te enseña en el Evangelio son muy sencillos. Entonces, ¿por qué tú no guardas ni enseñas los mandamientos de Jesucristo?... ¿Quién te ha confundido para no guardarlos ni predicarlos?...
A Adán y Eva los confundió satanás. ¿Y a ti quién te ha confundido para que no hagas lo que te manda Jesucristo?...
Si no lees la biblia entera
estas perdida en el llano amor
Satanas intervino
el es el primer pecador
Y Fue arrojado a la tierra
y esta extraviando a la mayoria de las personas
esta furioso por que sabe que
tiene un corto periodo de tiempo
Y mintio a Eva
Comieron por que decidieron hacerlo
creyeron la mentira de satanas
Satanás le preguntó a Eva:
“¿De veras les dijo Dios
que no pueden comer de todos los árboles del jardín?”. Y Eva le contestó:
“Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.
Pero, del fruto del árbol que está en medio del jardín,
Dios dijo: ‘No deben comer de él; no, no deben tocarlo.
Si lo hacen, morirán’” (Génesis 3:1-3).
Entonces Satanás le dijo a Eva:
“De ningún modo morirán. De hecho, Dios sabe que el mismo día en que coman de él se les abrirán los ojos y serán como Dios: conocerán lo bueno y lo malo” (Génesis 3:4-6).
Satanás quería que Eva creyera
que podía decidir por sí misma lo que era bueno y lo que era malo.
Y también le mintió sobre lo que le pasaría si desobedecía.
Él le dijo que no moriría, así que Eva comió del fruto.
Después ella le dio del fruto a su esposo,
y este también comió. Adán y Eva sabían
que Jehová les había dicho que no comieran del fruto.
Al comer, ellos decidieron desobedecer un mandato claro y razonable.
Con su decisión, Adán y Eva demostraron que no
respetaban a su amoroso Padre celestial.
¡No hay excusa para lo que hicieron!
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)