Los mandamientos que verdaderamente enseñaba Pablo no son todos los que están escritos en las cartas, pues las cartas fueron torcidas, como nos dice 2 Pedro 3:15-18. Los mandamientos que verdaderamente enseñaba Pablo son los mandamientos del Evangelio, mandamientos que Jesucristo mandó guardar.
Y estos mandamientos que Jesucristo enseñó y mandó guardar, los mandamientos que Jesucristo enseñó cuando predicó el Evangelio, son los mandamientos que realmente fueron dados por Dios a Moisés y al pueblo de Israel, NO los más de seiscientos mandatos que están escritos en el viejo testamento, pues la Ley de Dios fue cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas, como nos dice Jeremías 8:7-8.
Por eso en el viejo Testamento hay escritos muchos mandatos que faltan a la misericordia, mandatos que ordenaban a los hombres ojo por ojo, penas de muerte, guerras, matar a pueblos enteros, esclavitud y sacrificios que Dios no quería ni había mandado. Todos esos mandatos del Viejo Testamento fueron abolidos por Jesucristo porque no eran de Dios, pues Jesucristo no había venido a abolír la verdadera Ley de Dios.
Jesucristo, cuando predicó el Evangelio, nos enseñó los mandamientos que realmente fueron dados por Dios para todos los pueblos y para siempre. Nunca hubo otros mandamientos.