Cita Iniciado por misericordia Ver Mensaje
Leamos la cita:

Mateo 26:26


""Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto.........."".


Entonces hay un nuevo pacto para la salvación... Y este nuevo pacto son los mandamientos de Jesucristo que hay que guardar para entrar en la vida, y que así te dicen:


"Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos"...




"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.



El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.



Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.



Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)

porque esto representa mi sangre,
‘la sangre del pacto’, que va a ser derramada
en beneficio de muchas personas,
para que sus pecados sean perdonados

MATEO 26:28

¿No participamos de la sangre del Cristo
con la copa de bendición que bendecimos?
¿No participamos del cuerpo del Cristo
con el pan que partimos?

1 CORINTIOS 10:26

EL NUEVO PACTO ESTA BASADO EN LA MUERTE DE JESUS
En vez de borrar los pecados de un plumazo, Dios escrupulosamente se ajustó a su norma de justicia y, a pesar del elevado precio, suministró el fundamento legal para el perdón de pecados. Lo podemos comprender mejor si nos fijamos en lo que escribió el apóstol Pablo (léase Hebreos 9:15, 22, 28). Él mencionó “la liberación por rescate” y dijo que “a menos que se derrame sangre no se efectúa ningún perdón”. En el caso del nuevo pacto, no se trataba de la sangre de toros o machos cabríos que se ofrecía por mandato de la Ley. El nuevo pacto se validó con la sangre de Jesús. Basándose en este sacrificio perfecto, Jehová podía ‘perdonar el error y el pecado’ para siempre (Hech. 2:38; 3:19)


(Éxodo 24:8) Así que Moisés salpicó al pueblo con la sangre y le dijo: “Esta es la sangre del pacto que Jehová ha hecho con ustedes de acuerdo con todas estas palabras”.

(Jeremías 31:31) “Mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.

(Hebreos 7:22) Jesús se ha convertido por tanto en la garantía de un pacto mejor.