Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
Jesús no dijo que era Dios, sino el representante de Dios.................
El Evangelio no dice que Jesucristo sea el representante de Dios, pues lo que te dice el Evangelio es que el Padre y Jesucristo son uno solo (Juan 10:30). Así que no vengas con cuentos porque el Padre es Dios, y Jesucristo es Dios hecho Hombre. Y punto.

Y Jesucristo, que es Dios hecho Hombre, nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios, y con ellos anuló todos los mandamientos de los hombres escritos en el viejo testamento. Pero el
imperio católico, y luego otros imperios parecidos, necesitaban el viejo testamento y también las cartas torcidas de Pablo porque en ellas se apoyaban para imponer penas de muerte y esclavitud, cosas que Jesucristo no había mandado.

Tu confusión es creer ciegamente todas las escrituras que impuso el imperio católico de Roma desde el siglo IV. Y esa es tu confusión. Entonces, debes volver al Evangelio si quieres salir de esa confusión.

Las cartas atribuidas a Pablo fueron torcidas por los indoctos, como nos dice el apóstol Pedro:

"...Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3:15-18

Como puedes ver, el apóstol Pedro te dice que si no quieres ser confundido por las cartas torcidas de Pablo, que crezcas en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Las cartas atribuidas a Pablo dicen que estemos sometidos a las autoridades, sin distinguir entre autoridades buenas o malas:

"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas....... porque no en vano lleva la espada........ Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos......" (Romanos 13:1-6)

Esto es lo que dicen las cartas: que hagamos todo lo que dicen los gobernantes, sin distinguir entre gobernantes buenos o malos. Y además dicen que "no en vano lleva la espada" (para herir o matar), justificando con ello los castigos terribles y las penas de muerte. Pero Jesucristo había mandado todo lo contrario, pues había dicho que los jefes de las naciones las tiranizan y que entre nosotros no debe ser así:

"Jesús los llamó y les dijo: "
Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos; de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos". (Mateo 20:25-28.)


Los gobernantes del pueblo condenaron a Jesús:

"...Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron." (Lucas 24, 20)

Los gobernantes se burlaban de Jesús cuando estaba crucificado:

"Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí........
Y el pueblo estaba mirando;
y aun los gobernantes se burlaban de él.... (Lucas 23:33)


Estas cosas hacían los gobernantes, pero Jesucristo, cuando un discípulo suyo quiso defenderle con la espada en la mano, le reprendió y le dijo que envainara la espada. Y también, cuando Jesucristo entregó los mandamientos del Evangelio a sus discípulos, les dio los mandamientos que así dicen:

"NO MATARÁS", "misericordia quiero" y perdonar las faltas de los hombres hasta setenta veces siete.
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