Todas las mañanas el día me sorprende, se cuela por los ventanales indicándome que es el momento de olvidarme de aquello que me torturo por horas, hoy sin embargo algo cambio es como si aparte de la luz hubiera otro elemento, mientras levanto a las hijas para su ducha matut8ina y reviso sus uniformes me doy cuenta que aunque la migraña ataco de nuevo no le hago caso, un par de palabras de anoche y haber soltado algunas cosas que traía han sido un buen desahogo, venga mundo ahí vamos otra vez.