ASEDIO MENTAL

Aunque Jones toma el papel de comandante en jefe, tiene como asesor militar a Tim Carter, un veterano del Vietnam que había llegado al Templo en 1973 con las heridas emocionales de la guerra y una infancia marcada por la muerte de su madre y el maltrato de un padre alcohólico. La segunda noche del supuesto sitio, Jones cambia de táctica. Anuncia que se van con el barco del Templo a Cuba, para pedir asilo. El abogado vuelve a Jonestown y John se marcha con su probable hijo a la jungla. Al marcharse Haas a la capital, el pastor dice a su esposa Marceline en California, que están “preparados para morir”. Finalmente ella localiza al primer ministro de Guyana en Estados Unidos, que le dice que no van a ser atacados. Luego Reid mismo asegura a Jones que no va a ser arrestado, pero él no le cree.

Esos “seis días de asedio”, los indígenas no podían entrar en Jonestown, como era costumbre los domingos por la tarde, que recibían atención médica, les invitaban a comer y veían películas con los miembros del Templo. Maria Katsaris cuidaba de John Victor. De hecho, le dijo que su madre había muerto. Las autoridades de Guyana, lejos de estar a punto de atacar Jonestown, mantenían relaciones cordiales con el Templo del Pueblo, que visitaban regularmente. Y Estados Unidos había nombrado un nuevo embajador en 1978, John Burke. Este acababa de mandar un informe confidencial al Departamento de Estado, que decía que era “improbable que nadie estuviera contra su voluntad en la comunidad”. Lo que pasa es que Jones lo desconocía, obviamente. Y en su mente, las dos naciones eran ahora enemigas del Templo del Pueblo. Ryan era el único dispuesto a acometer acciones contra Jones, si era reelegido ese año.

Jones culpa de todo a Stoen, que era odiado por muchos que creían que era el responsable de la dura disciplina del Templo. Contrata a un abogado de Guyana y ofrece dinero a los Stoen, para cerrar el caso, pero no aceptan el soborno. A los problemas legales por la custodia de John Victor, se une la demanda de los padres de otro menor y los intentos del padre de Katsaris por convencer a su hija, trasladándose a Guyana. Ella tiene que entrevistarse con él en la embajada. Ante personal diplomático y varios miembros del Templo, ella dice que está bien en Jonestown y después de marcharse, el padre se entera que le ha acusado de abusar sexualmente de ella, cuando era niña. Ese mismo mes Jones escucha que el fiscal general de California quiere hacer público el registro de su detención por indecencia en un cine de Los Ángeles. Para colmo, su esposa vuelve a Jonestown, donde él está viviendo abiertamente con Katsaris y Layton. Le dan una cabaña para ella sola, pero el 9 de diciembre aparece muerta su madre de un ataque al corazón.

“PRIMERA NOCHE BLANCA”

En ese estado emocional es que Jones anuncia una noche que se van a Rusia. Al decir esto, se desvanece en la silla del pabellón donde están reunidos. Recobra el conocimiento y explica que ha sufrido una “hemorragia cerebral”. Les advierte que tienen que aprender ruso y dejar la Tierra Prometida que tenían en la jungla. No hay discusión, ni votaciones. Es entonces cuando le pide al médico Schacht un “medio germicida”, que él pueda desarrollar. El joven doctor que el Templo había formado, le contesta en una nota que “puede organizar el aspecto suicida”. Los planes de ambos eran conocidos por Layton, Katsaris y Phillys Chaikin. Esta última sugiere que lo mejor sería disparar a todos, pero Jones prefiere el veneno.