Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Oye ELB...Parece qué no entiendes ni quieres entender a Elisabeth, pero tampoco a misericordia.
Según leo yo, están queriendo decir y eso comparto yo también la opinión.... De que hay una diferencia entre mandamientos de hombres y mandamientos escritos en el Evangelio, este tema ya se ha tocado ya se ha explicado porque no lo entiendes?.
En éxodo 20, hay mandamientos que son de hombres, por qué no te vas a los mandamientos dados por Jesucristo escritos en el Evangelio , que también son los que se les da joven rico.Esos mandamientos de Jesucristo los hablo en el tiempo cuándo se hizo hombre, ahí no hay duda.
Última edición por Roberto0; 20-jun.-2021 a las 02:12
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Los mandamientos que dio Dios a Moisés en el Sinaí, son los que Jesucristo que es Dios enseña en el Evangelio.
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24