Cita Iniciado por Lusowisky Ver Mensaje
Me parece muy acertada esta manera de exponerlo.

Según entiendo yo, llamamos "vocación" a un estado de la mente que busca un objetivo en la vida que además nos parezca "elevado".

No es coincidencia que una gran parte de los "llamados por vocación sacerdotal" provengan de casas humildes con pocos recursos, lo que hace que se sientan "atados" por falta de opciones válidas.

Los que si disponen de otros recursos, no suelen durar mucho en el seminario, lo que hace pensar en la relación que pueda haber entre vocación y necesidad...
Eso es más del pasado, cuando la entrada en el seminario te garantizaba estudios, formación y una vida resuelta. No sé si en el Congo sigue siendo atrayente el tema (no creo que los seminarios en el Congo sean una buena salida al muerto de hambre, porque habría millones de seminaristas), pero en Occidente, el que entra en el seminario no es porque no tenga otra cosa que hacer.

Hay seminarios en crisis, con poca gente, y otros que lo sobrellevan mejor: en todos, el que entra en ellos lo hace por una vocación. Ya, si la vocación es infantil o basada en sentimientos equivocados o no firmes, no durará mucho en el seminario. Pero hay seminaristas muy jóvenes que lo tienen muy claro (serán jóvenes pero no infantiles). Luego, pueden pasar más cosas, como que a un seminarista le tire más formar una familia, y en el equilibrio de vocaciones, al final termine llevándose el gato al agua la vocación matrimonial…, colgando los hábitos.

Respecto a doonga, no tengo ni idea de lo que le pasó. Parece que…., pensaría una cosa…, y no se esperaba que pudiera ser otra distinta a lo esperado. Quizá fuese una ilusión infantil…… El sacerdocio no es nada infantil: administrador de sacramentos a la comunidad, predicador de la palabra, defensor de la fe, trabajador por los demás…., y siempre solo. No es fácil la vida del sacerdote.