(Corto y pego esta respuesta de "Yahoo Respuestas" que se me ha metido en la pantalla, no porque la crea muy interesante, sino porque me ha hecho gracia algunos puntos de similitud con lo que puse más arriba).

Se denominara aparato psíquico, al sistema de integración de la vida de relación que adopta el individuo a su medio y que asegura su autonomía. Es decir, a la organización de todos los elementos del psiquismo, de todas las fuerzas de la vida psíquica de forma integrada para mediatizar el organismo con su medio
El aparato psíquico estaría así constituido por tres elementos:

•Consciente.

•Preconsciente.

•Inconsciente.


Consciente

Se trata de la parte del aparato psíquico más próxima al mundo exterior y se encuentra entre este y la memoria. Su función es fundamentalmente perceptiva, registra la información procedente del exterior y también la del interior. Propias de este sistema son también las funciones del pensamiento, razonamiento y rememoración. Es a él también a quien le toca el dominio y control de la motilidad. Sin embargo, el consciente no memoriza nada, esto le corresponde a .otro elemento que es el preconsciente, del cual hablaremos más tarde.

Según esto vemos que la conciencia es el carácter imprescindible de lo psíquico, sin embargo, los procesos intelectuales más complicados y correctos, a los que no se les puede negar el nombre de procesos psíquicos, pueden desarrollarse sin intervención de la conciencia del individuo.

El hecho de que para llegar a la conciencia tengan que pasar las excitaciones por una sucesión invariable, esto es, por una serie de instancias, hecho que nos fue revelado por las transformaciones que la censura les impone, nos sirvió para establecer una comparación especial con el siguiente elemento.

Inconsciente

Es la parte más arcaica y originaria del psiquismo y al mismo tiempo la parte más próxima a los confines psíquicos, a las fuentes pulsionales.

Se considera como el habitáculo de los impulsos innatos, los sentimientos, los deseos, los recuerdos reprimidos, etc; y se caracteriza porque, en general, sus elementos son inaccesibles a la conciencia, solo pueden acceder a esta a través del preconsciente, que cumple la función de censor o filtro, por medio de la crítica o represión, excluyendo los elementos inconscientes que pueden dañarle.
Los contenidos del inconsciente son contenidos reprimidos cuyo acceso al sistema preconsciente y consciente les ha sido negado por la acción de la represión. Estos contenidos tienen su origen, principalmente, de la vida del individuo concreto especialmente en su infancia. Estos contenidos se rigen exclusivamente por el principio del placer.

Se ha podido considerar el inconsciente como un lugar psíquico, como un sistema con un contenido, con unos mecanismos y quizá con una energía específica. Entre lo consciente y lo inconsciente se halla una barrera energética llamada "censura". Así, se distinguen dos tipos diferentes de representaciones no conscientes: las preconscientes, que fácilmente pueden convertirse en conscientes, y las inconscientes, positivamente rechazadas pero eficientes, determinantes de la elaboración de los sueños, por ejemplo, de los actos fallidos o de los síntomas neuróticos o psicóticos.

Durante mucho tiempo se quiso identificar lo inconsciente con lo rechazado. El rechazo nos lleva al representante psíquico del impulso, de suerte que la función del rechazo no es suprimir la representación nacida del impuso sino mantenerlo en el estado de representación inconsciente. El mantenimiento del rechazo precisa, por consiguiente, un permanente consumo energético. Lo rechazado ejerce una presión constante en la dirección de lo consciente, y éste, por una contrapresión equivalente, ha de mantener el equilibrio. El rechazo es el causante de la amnesia infantil, según lo cual, el olvidar los recuerdos de los primeros años no obedecería a la falta o abolición de una fijación de los recuerdos, sino que sería la consecuencia del rechazo; también tiene que ver con el paso a lo consciente de algunos impulsos de la libido, de los impulsos sexuales.

El inconsciente constituye el fondo de toda vida psíquica cuyos fenómenos conscientes no son sino simples manifestaciones. Los fenómenos conscientes no son sino la parte más superficial de la vida psíquica.