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Tema: En Semana Santa, no se recuerdan los Mandamientos de Jesucristo

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    24-septiembre-2018
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    Predeterminado En Semana Santa, no se recuerdan los Mandamientos de Jesucristo

    EN SEMANA SANTA NO SE RECUERDAN los MANDAMIENTOS de JESUCRISTO

    LAS RELIGIONES EN LAS PELÍCULAS, REPORTAJES Y CELEBRACIONES RELIGIOSAS SOBRE LA "SEMANA SANTA" se extienden mucho en la tortura brutal y PASIÓN DE JESUCRISTO, y recuerdan poco o casi nada, LOS MISERICORDIOSOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO QUE ES NECESARIO GUARDAR Y VIVIR PARA ENTRAR EN LA VIDA.

    ¿Por qué esta obsesión tan grande por hacer olvidar los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio?... ¿Es que Jesucristo, cuando predicó el Evangelio mandó que se hablara y predicara solo sobre su pasión y muerte? NO. Todo lo que sufrió Jesucristo fue por causa de que los judíos de su tiempo no quisieron recibir los misericordiosos mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.

    Son muchas las religiones que se hacen llamar cristianas y predican sus biblias con sus leyes judaizantes que imponen penas de muerte, guerras, genocidios, esclavitud y muchos sacrificios que Dios no había mandado, leyes que Jesucristo abolió porque solo eran preceptos de hombres, y en su lugar nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios, que son los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.

    Jesucristo anuló las penas de muerte, las guerras, la desigualdad y la esclavitud, y esto es lo que nos enseña todo el contexto del Evangelio.

    Jesucristo es Dios y Él vino a enseñar al mundo los verdaderos mandamientos de Dios que el pueblo ya no conocía...

    La verdadera Ley de Dios es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que así nos dice:

    "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;
    porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

    Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:

    "Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)

    A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo:

    "Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )

    "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)

    El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice:

    "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)

    "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)

    "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:25-26)


    "No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados". (Lucas 6:37)

    "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).

    "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).

    Estos son los mandamientos que nos mandó predicar Jesucristo. Pero los poderosos dictadores de las naciones que no amaban la misericordia impusieron al mundo sus biblias judaizantes y desde entonces no han parado las guerras, las penas de muerte y los genocidios... Y Jesucristo, que conocía la rebeldía de los hombres, les anunció plagas y desastres que vendrían al mundo por causa de la rebeldía y por no guardar con amor los mandamientos que Jesucristo mandó guardar.

    "Y por haberse multiplicado la infracción de la Ley, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa" (Mateo 24:11-18.)

    La abominación de la desolación en el lugar santo es haber anulado los misericordiosos mandamientos de Jesucristo para imponer en su lugar los preceptos de los hombres que mandaban penas de muerte, guerras, genocidios, esclavitud y sacrificios, preceptos y mandatos que Jesucristo a abolió porque Dios no los había mandado.

    Última edición por Elisabet*; 11-abr.-2020 a las 16:01

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