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tomas0402
Transcribo el famoso pasaje narrada por Juan, referente a una mujer adúltera. Aunque según los expertos es una interpolación hecha bastantes años después de ser escrito este evangelio, tiene cosas interesantes. Resulta evidente que es una historia “fabricada” para ensalzar a Jesús. Como otras muchas.
Si no recuerdo mal, es el único pasaje de los evangelios que nos dice que Jesús sabía escribir (o por lo menos, lo simulaba). Dato este muy importante.
Con lo sagaz que era Jesús, cuando le dijeron: “esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio”, procedía haber preguntado ¿Dónde está el hombre que yacía con ella? Ya que ambos deben morir. Si no hay hombre, no hay caso. ¿Cómo le pudo pasar desapercibido este detalle a Jesús.
Resulta evidente que Jesús fue misericordioso con la mujer adúltera ¿Fue igualmente justiciero con el esposo de la adúltera?
Una vez que todos se marcharon, Jesús dijo a la mujer: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.» ¿Qué sucedió con la mujer? ¿Regresó a su casa? ¿Qué le contó a su marido? ¿Fue misericordioso su marido?
Una “historia fabricada” muy bonita. Y con un final lleno de interrogantes.
“Mas Jesús se fue al monte de los Olivos.
2 Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.
3 Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio
4 y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
5 Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»
6 Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra.
7 Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.»
8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
9 Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio.
10 Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?»
11 Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.»”.
(Juan 8:1-11 - Biblia de Jerusalén)