Cita Iniciado por Elisabet* Ver Mensaje

La persona de la que hablas es un creyente, pues cree en el respeto que debe a los demás. Y ese respeto, unido al amor, la misericordia y el perdón, es lo que enseña el Evangelio. Entonces esa persona es creyente del Evangelio
El no creyente vive su vida sin esperar recompensas del más allá.

Hay una moral natural que te inclina a ejercer ese comportamiento que tú enumeras. La misericordia, el perdón, el amor, etc., ya fueron predicadas mucho antes de que existiera Jesucristo.

Lo único que hizo Jesucristo es añadir la recompensa.

La diferencia que hay entre un creyente y un no creyente es que el creyente intenta ser bueno esperando una recompensa, y el no creyente lo intenta pero sin esperar recompensa alguna.

Un creyente, cuando hace una obra de caridad, se alegra porque ha ganado puntos para el cielo. Un no creyente se alegra por haber podido ayudar a otra persona.
Un no creyente es un altruista desinteresado.

La bondad no entiende ni de dioses ni de religiones.