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En las empresas siempre hay empleados que no “encajan” en los padrones mínimos, que por lógica deben ser respetados. Muchas veces los patrones les dan varias oportunidades de cambiar, y de una buena vez, ponerse a producir como lo hacen los demás.
Algunos entienden y otros no.
Los que no entienden, sufren sanciones una y otra vez, hasta que cansado, el patrón finalmente los despide.
Sucede algo muy interesante con estos personajes. Son bastantes populares. Tienen “amigos” que cada vez que lo sancionan, se muestran en desacuerdo y entre corrillos, manifiestan su disconformidad. ¿Porqué escribo amigos entre comillas? Porque no lo son.
Si realmente lo fueran, no aplaudirían sus faltas, que bien saben, más tarde o más temprano le costará el empleo. Tratarían de aconsejarlo que no es el camino cierto. Que está perjudicando la empresa del cual todos participan, etc. etc. etc.
Lo aplauden, pero no lo imitan. Ah nooooo…Ellos no son tontos como para ser sancionados. El tonto es el que se cree que como tiene claque, piensa que lo van a acompañar cuando le pongan las valijas en la puerta. Están verdes. Hablarán un tiempito de lo malo que es patrón, pero a las pocas horas, ya estarán buscando un nuevo payaso que los divierta, haciéndole creer que es el nuevo héroe.
Pienso que esos inadaptados, tienen seguidores, ya que muchas veces son los voceros de los que prefieren quedarse callados.
¿Será que no se dan cuenta que están siendo usados?
En mis años de empleada he visto como algunos se dan cuenta de la jugarreta, recapacitan, y se adaptan a las normas de la empresa. Como también he visto los que ya lo llevan en sus cromosomas, y como el escorpión y la rana, clavarán una y otra vez su aguijón, aunque sepan que en ello les va el empleo.
Soy reiterativa, porque me da hasta lástima que no se entienda algo tan simple. La película es siempre la misma. Cambiará el idioma y la geografía, pero el libreto es siempre un calco. Los “amigos” lo aplaudirán el día que acomode sus peroles en una caja, después de ser demitido. Le darán muchos abrazos, y a la semana…ni sus llamadas querrán recibir. Perdió su utilidad. Fuera de la empresa, para nada les será necesario.
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