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Elisabet*
Por otra parte, recuerda que sí has falsificado palabras de la escritura, pues hablando sobre las cosas que contradicen al Evangelio y que están escritas en las cartas atribuidas a Pablo, dije que en ellas está escrito que "no estamos bajo la ley", y esto es una de las cosas que contradicen al Evangelio y que está escrita en las cartas. Y tú respondiste que Pablo dice: no estamos bajo la ley judía.
Añadiste la palabra "judía" cuando esa palabra no está en el texto del que estábamos hablando. Y eso sí que cambia el sentido del texto, porque una cosa es la Ley de Dios (la verdadera Ley de Dios) y otra cosa muy distinta es la ley judía, de la cual Jesucristo abolió muchos mandatos porque no eran de Dios, sino de hombres, pues Jesucristo no había venido abolir la Ley de Dios y, por tanto, todo lo que Jesucristo abolió de la ley judía no era verdadera Ley de Dios.
Entonces tú sí que falsificaste lo que está escrito porque canbiaste el sentido de lo que dice el texto. En cambio, aunque Roberto dijo las palabras "ningún rico entrará" en el reino de Dios y no está escrito así textualmente, él no cambió el sentido de lo que enseña el Evangelio, que nos enseña que para entrar en la vida, hay que guardar los mandamientos, y uno de ellos manda "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Y aquel que vive en la abundancia mientras ve que su prójimo vive en la miseria, no guarda el mandamiento: "amarás a tu prójimo como a ti mismo", uno de los mandamientos que hay que guardar para entrar en la vida.
Entonces, el Evangelio sí nos enseña que ningún rico entrará en el reino de Dios porque el rico antes debe vender lo que tiene y darlo a los pobres para guardar así el mandamiento "amarás a tu prójimo como a ti mismo", mandamientos que es indispensable para entrar en la vida.