Iniciado por
KIMO
Como resultado de que unos 3.000 judíos y prosélitos
llegaran a formar parte de la congregación cristiana el día del Pentecostés,
así como del continuo incremento en el número
de creyentes de entonces en adelante
surgió entre los cristianos una situación excepcional,
que exigía poner temporalmente
los recursos económicos en un fondo común.
Esta medida tenía la finalidad de ayudar
a los que habían acudido a la fiesta desde tierras distantes,
de forma que pudiesen quedarse
más tiempo del previsto a fin de profundizar en su nueva fe.
Por eso, los que tenían posesiones las vendían
y entregaban el producto de la venta a los apóstoles
para que se distribuyera entre los que estaban en necesidad
Una característica distintiva de los fieles siervos de Dios
es la buena disposición para ayudar a los necesitados
En el primer siglo la congregación de Jerusalén
tomó medidas para distribuir alimento a las viudas cristianas necesitadas,
y después se nombró a siete hombres capacitados
para que se encargaran de que no*se pasase por alto
en la distribución diaria a ninguna viuda que mereciera tal ayuda
Años más tarde, el apóstol Pablo señaló en su carta a Timoteo
que las actuaciones de socorro de la congregación
en favor de las viudas deberían limitarse
a las que fuesen mayores de sesenta años
y tuviesen un registro de buenas obras
en el adelanto del cristianismo.