Pero no aparece ninguna vez en los manuscritos antiguos del Nuevo Testamento.
ADEMAS, debes CITAR A AQUELLOS TRADUCTORES RECONOCIDOS.
¿Cómo que no aparece el nombre personal de Dios en las Escrituras griegas cristianas? ¡Aleluya! ¿que es? Transliteración de la expresión hebrea halelu-Yáh, que aparece por primera vez en el Salmo 104:35.
Una forma griega de la mencionada expresión aparece cuatro veces en Apocalipsis 19:1-6
Parece muy extraño que las copias manuscritas existentes del texto original de las Escrituras Griegas Cristianas no contengan el nombre divino en su forma completa.
Por ello el nombre tampoco se encuentra en la mayoría de las traducciones del llamado Nuevo Testamento. Sin embargo, en estas traducciones sí aparece en su forma abreviada como parte de la expresión Aleluya, Aleluia o Haleluia Apocalipsis 19:1, 3, 4, 6; Aparece en estas traducciones de la Biblia BAS; BC; BJ; LT; Val, 1868.
Esta expresión (¡Alaben a Jah! NM), pronunciada por hijos celestiales de Dios en el cielo, hace patente que el nombre divino no estaba en desuso por lo menos en el cielo para anunciar sobre la tierra; es más, era tan importante y pertinente como lo había sido en el período precristiano. Entonces, ¿a qué se debe la ausencia de su forma completa en las Escrituras Griegas Cristianas?
En el transcurso de los siglos que siguieron a la muerte de Jesús y sus apóstoles, en la versión griega de Aquila, del siglo II E.C el Tetragrámaton todavía aparecía en caracteres hebreos.
Alrededor del año 245 E.C., el famoso erudito Orígenes produjo su Héxapla, una reproducción a seis columnas de las Escrituras Hebreas inspiradas que contenía: 1) el texto hebreo y arameo original, 2) una transliteración al griego del texto hebreoarameo, 3) la versión de Aquila, 4) la versión de Símaco, 5) la Septuaginta y 6) la versión de Teodoción.
Otros creen que el texto original de la Héxapla de Orígenes empleó caracteres hebreos para el Tetragrámaton en todas sus columnas. Orígenes mismo dijo que en los manuscritos más fieles EL NOMBRE está escrito con caracteres hebreos, no del hebreo moderno, sino del arcaico.
Es evidente que para finales del primer siglo era común y para este tiempo que los ángeles proclamaron el nombre personal de Dios a los habitantes de la tierra en su forma abreviada y vindicativa "Aleluyah"
Para Dios, nada hay imposible.