Iniciado por
Iacobus
No sólo antes de nacer, sino "antes de que el mundo existiese" (Juan 17:5). Si unimos esto Juan 1:1, la cosa está clara: el Hijo es consubstancial al Padre.
Claro, son dos personas distintas, la Primera y la Segunda de la Trinidad.
Y, sin embargo, el Espíritu Santo (con mayúsculas) estaba también presente en ese momento: "Esteban, lleno de Espíritu Santo..." (Hechos 7:55)
Por lo demás, si vamos a Juan 17:1 vemos perfectamente la total reciprocidad entre las personas del Padre y del Hijo:
"Así habló Jesús y, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti.
¿Cómo va a glorificar el Hijo al Padre si no es consubstancial a Él? Me podrías contra-argumentar con Juan 17:3, pero antes hay que comprender que las tres personas, siendo una única substancia, no son iguales. Hay una relación de origen: el Padre engendra al Hijo y el Hijo es engendrado por el Padre. Son personas realmente distintas.
Puedes estar de acuerdo o no, no pretendo convencerte, pero si la vas a negar es importante que comprendas qué significa la Trinidad y qué no.