Exacto. Bien expresado.
Y volviendo al tema del título:
Los ateos -o no creyentes- cuando hacemos algo para los demás o para nosotros mismos, lo hacemos a través de la voluntad mobilizada por los buenos sentimientos que todos llevamos dentro, no lo hacemos con el afán de obtener un premio en otra inexistente vida, que nos exima de los terribles castigos prometidos por un dios iracundo y malvado que dice AMAR a su obra.
Pienso que la persona buena es aquella que contribuye al bienestar de todos de manera altruísta, no movida por los temores y el miedo de ser condenados. A estos, se los llama egoístas porque lo hacen para ganar "puntos" delante de sus opresores y fobias psicológicas...