Como todos sabemos, el gato es un animal limpio por naturaleza, y por ello se asea lamiéndose el cuerpo varias veces al día. Se limpia el sólo varias veces al día. Ya te habrás dado cuenta que es uno de sus mayores entretenimientos diarios y al que dedica mucho tiempo.
Pues bien, este hábito tan favorable para su higiene, a veces puede jugarles una mala pasada. La lengua áspera, debido a la rugosidad de sus papilas gustativas, se convierte en un cepillo que arrastra los pelos muertos. La lengua del gato trabaja como un verdadero cepillo y al pasar por su cuerpo, suelta el pelo muerto.