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Porque25
Hola piroju. Cuando Dios decide quién debe desaparecer, Él es el que tiene la autoridad para hacerlo, porque Él es Dios. Pero los hombres tienen los mandamientos de Dios, que les mandan: "NO MATARÁS", que perdonen a los hombres y que tengan misericordia con todos, incluso con los enemigos. Estos son los mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, y estos son los mandamientos que realmente había dado Dios en tiempos de Moisés.
Debes comprender que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio los verdaderos mandamientos que fueron dados por Dios desde siempre y para siempre, pues Jesucristo no vino a abolir la Ley de Dios, los mandamientos que Jesucristo abolió del viejo testamento no eran los verdaderos mandamientos que Dios había dado al pueblo en tiempos de Moisés, sino que sólo eran preceptos de hombres.
Y es que la Ley de Dios fue cambiada por la pluma mentirosa de los escribas, como nos dicen los profetas:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).
Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9
Como ves, los profetas nos dicen que la Ley de Dios fue cambiada por los escribas. Por eso, el pueblo estaba en tinieblas, porque ya no conocía los verdaderos mandamientos de Dios. Entonces cuando Jesucristo vino al mundo, el pueblo que estaba en tinieblas vio gran luz, pues Jesucristo nos enseñó en el Evangelio los verdaderos mandamientos que Dios había dado en tiempos de Moisés.
Pero los hombres no deben matar a otros hombres, ni a las mujeres ni a los niños, porque Dios es el único que tiene autoridad sobre la vida de las personas, y sólo Dios tienen la autoridad para saber quíen debe vivir y quién debe morir. Los hombres no deben matar, porque Dios les dio el mandamiento: "NO MATARÁS".
El error tuyo es creer lo que te han enseñado las doctrinas religiosas de los hombres que no se ajustan a lo que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio. Tú debes ajustarte a lo que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, y Él nos enseñó los verdaderos mandamientos que fueron dados a los hombres desde siempre y para siempre, y los mandamientos del Evangelio no mandan a los hombres que maten a otros hombres, ni siquiera a los enemigos.
Como te he dicho, Jesucristo, cuando predicó el Evangelio, nos enseñó los verdaderos mandamientos que Dios había dado desde siempre y para siempre, y Jesucristo mandó a los hombres:
"NO MATARÁS", perdonar a las personas setenta veces siete, amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos persiguen y tener misericordia con todos... También manda a los ricos que repartan todos sus bienes entre los pobres y que no condenen ni maten a sus semejantes... porque lo que Dios quiere es la misericordia y no los sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos, esto es, las penas de muerte y los genocidios donde se mataba a hombres, mujeres y niños.
Por tanto, estos mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que son los que mandamientos que están vigentes, son los verdaderos mandamientos que dio Dios en tiempos de Moisés, pues los verdaderos mandamientos de Dios siempre son los mismos, no cambian, fueron dados para siempre, como nos dicen las escrituras:
"Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,7-9)
"De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido" (Salmos 119, 152) (118)