Dos amigos se encuentran en el bar a divagar sobre las cosas.
>>¿has imaginado alguna vez que vivimos en otro planeta de otro universo?
<< la verdad que no
>>pues el otro día pensaba que vivimos en otro mundo, donde las cosas no son iguales que aquí.
Bueno, casi todas las cosas eran iguales, había gente como nosotros, árboles, mascotas, edificios, casi todo era igual, excepto cómo funcionábamos los humanos.
<<¿en qué sentido?
>>funcionábamos casi igual que aquí, solo que allá no aprendíamos a actuar. Allá éramos personajes al nacer, no como aquí, que desde pequeños nos enseñan a ser personajes.
<<¿algo así como algunos animales, que nacen sabiendo?
>>algo así, pero allá no nacíamos sabiendo, nacíamos actuando.
Acá nacemos, y rapidito nos enseñan a actuar y nos introducen dentro de un televisor. Nos llevamos nuestra vida conforme el público espera vernos, y vivimos y actuamos para satisfacer las expectativas de nuestro público, y nos comportamos conforme al rating. Vestimos y hablamos conforme lo que se espera.
<<¿y el público?
>>y bueno, el público también, porque en nuestro planeta somos público y actores a la vez.
Pero estamos presos dentro del televisor. Nos enseñaron a entrar o nos metieron a la fuerza.
Ahí dentro podemos observar a los demás actores, y siendo público, les damos nuestros “like”, pero siendo actores, tenemos ansias de llenar nuestras likeras.
<<y allá?
>>allá nacemos dentro del televisor. Nacemos actuando, por lo que nos saltamos el dolor del antiparto, además que nuestras likeras ya vienen repletas. Todo está a nuestra disposición desde el comienzo.
<<Pero eso no hace tan diferente aquel planeta del nuestro, al fin y al cabo todos terminaríamos siendo actores.
Aparte del dolor que sufrimos cuando nos meten en el televisor a la fuerza, no veo mucha diferencia. El dolor se pasa, el sufrimiento se olvida.
Es la misma cosa.
Excepto, claro, que en ese mundo tuyo habría más igualdad: según tu historia, allá todos nacen con las likeras repletas, con la vida resuelta.
>>No lo creas.
Aquí nos introducen, como bien dices, al televisor a la fuerza.
Pero allá, allá nos enseñan a salir del televisor, a olvidar la actuación y a vivir sin likes.