Iniciado por
Mechanic Hamlet
Aproveché que el día de hoy, no hubo Sol para dar un pequeño paseo en el parque. Ataviada con, solamente, llaves en mano, una cajetilla de cigarros y el encendedor.
Veo rostros aquí y allá. Veo la despreocupación y, aunque parezca increíble, el término de la vida de cada ser, con sólo observar. Es como si tuvieran un reloj de tiempo en su frente. Y, helos ahí, tan inocentes y despreocupados. Viviendo al día sus insignificantes vidas y preocupándose por puerilidades carcomidas por la vanidad, ostentación, orgullo, ingenuidad...
Prendo mi tabaco y, aunque sé que mi salud, a estas alturas de mi vida, está muy mermada, es algo que no me inquieta. Ni mis pulmones, ni la dolencia o enfermedad ni los malos augurios. No quiero que, estando en el umbral, se me "antoje" "sentir" el arsénico paseándose por mi boca y laringe. No, eso sí que no.
Me dispongo a cambiar de escenario porque he visto demasiado, así que decidí transitar por la senda y, lamentablemente, seguí viendo lo mismo. Diferentes caras, mismo su accionar. Sigo viendo esos relojes en su frente y analizando las mismas actitudes.
¡Qué manera de "vivir"! La desperdician con la inmundicia de su ser y se contaminan con la mundana. Seres pequeños que no valoran a la vida y se dedican a vivir como el sistema lo dicta o marca. Muñecos de trapo, atrapados en aquel círculo vicioso porque eso es lo único que han visto y aprendido. Inocentes que nacen, viven, se reproducen y mueren, y su legado fue: la nada, únicamente, un óvulo fertilizado es su emisario. Y cuando se les dice, de frente, que son mediocres, tristemente te dirán: "No sabes lo que dices".
Abatidos por aquellas palabras, se dedican a lanzarme disparates, y como si estos me importaran, los veo con ternura, guardo silencio y me retiro. Pensé, tontamente, que podrían despertar.
A todos ellos, los compadezco y miro con desprecio.
Que Dios se apide de sus almas que, mientras tanto, yo, me apiadaré de las suyas.