Iniciado por
KIMO
Siguiendo la dirección del espíritu, Pablo empezó su primer viaje misional junto con Bernabé, y con Juan Marcos como servidor
En vista de que siguió fielmente el ejemplo de Cristo, el apóstol Pablo pudo decir:
“Háganse imitadores de mí”. (1Co 4:16; 11:1; Flp 3:17.)
Él estaba presto a seguir la dirección del espíritu de Dios. (Hch 13:2-5; 16:9, 10.)
No era un vendedor ambulante de la Palabra de Dios,
sino que hablaba movido por sinceridad. (2Co 2:17.)
Aunque era una persona instruida, no intentó impresionar a otros con su habla (1Co 2:1-5)
ni procuró agradar a los hombres. (Gál 1:10.)
No insistió en sus derechos, sino que se adaptó a las personas a quienes predicó
y tuvo cuidado de no hacer tropezar a otros. (1Co 9:19-26; 2Co 6:3.)
En el transcurso de su ministerio,
Pablo se esforzó celosamente: viajó miles de kilómetros por mar y tierra y formó muchas congregaciones en Europa y Asia Menor.
Por lo tanto, no necesitó cartas de recomendación escritas con tinta,
sino que podía señalar a cartas vivas, personas que se habían hecho creyentes debido a su labor. (2Co 3:1-3.)