Iniciado por
Rusko
¿Por qué no pones en duda la existencia de cristianos en Roma en tiempos de Nerón?. Está tan claro como la existencia real de Jesús: son hechos escritos muchos años después. Si no crees uno, ¿por qué vas a creer otro? Ya lo he escrito antes: te cargas la mayor parte de la Historia antigua con tus criterios para aceptar tal o cual suceso histórico. En fin… tú mismo. También dicen algunos por ahí que el hombre no ha llegado a la Luna…
Yo no digo ná. Solo puse una tesis de una persona que también ponía en duda la existencia de Mahoma porque no hay ese “montón de información escrita durante su vida” que mencionas. Y, como no la hay (como tampoco hay referencias del incendio de Roma en las fechas que ocurrió), pues según el criterio etanólico, ni Mahoma ni el incendio de Roma han existido (como tampoco Jesucristo). Y punto pelota. Es tu criterio, no el mío…. Más vale que te mires al espejo y confirmes por tus propios ojos que existes… (y no pierdas el DNI, claro, que es más importante que mirarte al espejo)
Eso lo hace desde el mulá Omar hasta cualquier descerebrado y fiel comunista de hace unas décadas en países en conflicto. Lo que tiene MUCHO de raro es que los apóstoles, supuestos inventores del Cristo, pongan su vida en peligro por unas creencias que se han inventado ellos. Ni eran conquistadores como Mahoma, ni viciosos haraganes como cualquier emperador romano: eran pueblo de clase baja, que tienen mucho que perder y nada que ganar… salvo la Vida Eterna. ¿Fueron tan tontos de inventarse al Cristo los 12 apóstoles, Pablo, los discípulos, los 500 que vieron a Cristo vivo tras su muerte?. ¿Fueron tan tontos de inventarse un Cristo que fuese perjudicial para sus vidas?. Lógica, etanol, lógica.
Bueno…. pues prefiero que el mensaje de Cristo tardase un poco más en llegar al centro del mundo conocido entonces (Roma) que ser un vulgar revolucionario asesino como tantos ha habido antes y después.
Parecida pero distinta. Sí: en las manos de ambos fundadores hay sangre. Pero la sangre de las manos de Cristo es la suya propia, mientras que la sangre en las manos de Mahoma es la de sus contrarios que ha derramado en sus violentas correrías. Un pelín distinto.