No si las hijas del prójimo quieren ser conquistadas, seducidas o ligar simplemente con cualquier hombre.
Ahí marca dicho juicio solo la mujer, nadie más puede decirlo, de lo que se podría hablar es de envidias y de ahí los juicios sumarísimos.
No da lo mismo corregir que no hacerlo. Distinto sería que tú estuvieses dispuesto a aprender, pero si tu deseo es mantenerte en el más absoluto de los desconocimientos ... también eres libre.