Estoy explicando lo evidente, según la respuesta que vea.
Esta claro que este chico kevlin, le falta conocimiento cristiano.
¿Historia...?
La unica "historia" disponible sobre la conversión de Saulo es la relatada por su acólito inseparable, el médico Lucas quien dice en Hechos 9:
1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
La simple lectura de las declaraciones de Saulo luego de su pretendido "encuentro" con Jesús camino de Damasco, lleva a asociar sus dichos y comportamiento con casos análogos de clara raíz histeriforme con características místico-alucinatorias.
Los mismos síntomas tuvieron Julio César, Mahoma, Fernando el Católico, Cromwell, Pedro el Grande, y Napoleón, todos ellos tuvieron visiones o audiciones de carácter neurótico, si esas disfunciones eran debido a la epilepsia o a una sífilis avanzada poco importa, el hecho es que Pablo creyó o quiso creer que Jesús se le apareció y le pidió que se hiciera su seguidor.
Esas dolencias eran el aguijón de Pablo, y en base a ellas, el autodesignado “apóstol”, quien jamás en su vida cruzó una palabra con el Rabí, se sintió autorizado para reinterpretar el claro y sencillo mensaje de Jesús, y lo reemplazó por una ideología de raices grecoromanas que luego del Concilio de Nicea se convertirá en la base de todas las iglesias "cristianas" de la actualidad
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Estoy de acuerdo contigo si hablamos de escritos que han sido atribuidos a Pablo pero que en realidad no eran de Pablo sino escritos que fueron torcidos e introducidos en las cartas para hacer creer a los creyentes que Pablo predicó otro "evangelio" diferente al de Cristo.
Sobre esto que vengo diciendo tú me respondiste así:
Estimado Kevlin, valoro tus años de estudio sobre las escrituras, y me sobrecogí cuando leí tus palabras sobre las cartas, pues vi que habías comprendido que enseñan cosas muy diferentes y contrarias a lo que Jesús enseñó, algo que venimos diciendo en el foro hace tiempo los poquitos que no estamos de acuerdo con muchos escritos que se encuentran en las cartas porque son contrarios a la enseñanza de Jesús.
Entonces, tus años de estudio y todo tu esfuerzo y dedicación son admirables frente a un mundo que ha sido arrastrado por religiones que no toleran que se diga nada en contra de las escrituras que han sido incluidas en las biblias impuestas por ellos mismos al mundo queriendo hacer ver que todo lo escrito en ellas es "palabra de Dios" o "inspirado por Dios".
Aclarado lo anterior, he de decir que también llevo muchos años de estudio de las Escrituras y, además de comprender que en las cartas se encuentran muchas cosas contrarias al Evangelio que Jesús predicó, también se encuentran cosas que coinciden con las enseñanzas de misericordia de Jesús.
Entonces, me vuelco a pensar que todo aquello que en las cartas coincide con el Evangelio, es verdadero. Y lo falso y torcido, de lo cual nos avisa la segunda carta de Pedro 3:15-18, no es lo que realmente escribió Pablo, el Pablo que abrazó y defendió la enseñanza de Jesús, el Evangelio, frente a las doctrinas e interpretaciones de hombres que querían pervertir el Evangelio de Jesús y anular los mandamientos que Jesús mandó guardar.
En mi siguiente respuesta recordaré algunos escritos del Pablo que defendió el Evangelio de Jesucristo y sus mandamientos frente a doctrinas e interpretaciones religiosas de hombres que no se ajustan a la enseñanza de Jesús, pues unas doctrinas religiosas quieren imponer mandatos del Antiguo Testamento que Jesús anuló, y otras quieren anular los mandamientos del Evangelio que Jesús mandó guardar.
A continuación recuerdo escritos del Pablo que defendió el Evangelio de Jesucristo y sus misercodiosos mandamientos frente a doctrinas e interpretaciones religiosas de hombres que no se ajustan a la enseñanza de Jesús, pues unas doctrinas religiosas quieren imponer mandatos del Antiguo Testamento que Jesús anuló, y otras quieren anular los mandamientos del Evangelio que Jesús mandó guardar.
En las cartas se descubre que Pablo estaba bajo la Ley de Cristo y sus misercodiosos mandamientos, y libre de los mandatos de muerte del Antiguo Testamento que fueron anulados por Jesús:
Romanos 8:1-2
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
...no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo..." (1ª Corintios 9:19-21)
Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo... (Filipenses 3:2-9)
1ª Corintios 7:19
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
Así es amigos, en las cartas atribuidas a Pablo se encuentran cosas dulces que son del Evangelio, pero en esas mismas cartas se encuentran cosas amargas que no corresponden con lo que manda el Evangelio... Y es que esas cartas fueron torcidas por los judaizantes judíos y romanos...Cita:
Iniciado por Elisabet* http://www.elforo.com/images/buttons/viewpost.gif
también llevo muchos años de estudio de las Escrituras y, además de comprender que en las cartas se encuentran muchas cosas contrarias al Evangelio que Jesús predicó, también se encuentran cosas que coinciden con las enseñanzas de misericordia de Jesús.
El mejor camino para comprender lo que manda Jesucristo es seguir fielmente los misericordiosos mandamientos que nos enseña el Evangelio...
Es fundamental entender de qué manera las tergiversaciones paulinas lograron consolidarse, no obstante su oposición abierta a lo predicado por Jesús.
Los escritos evangélicos eran más de 30 y circulaban libremente entre las congregaciones cristianas del primer siglo.
Fue a mediados del s.II que Ireneo, obispo de Lyon, seleccionó los que hoy conocemos y convirtió en "apócrifos" a los restantes, y esa fue una acción decisiva.
Ya que no los eligió por capricho, lo hizo de acuerdo a la ideología que ya se había instalado en la Iglesia primitiva y que era resultado de la infiltración de Pablo y que culminaría definitivamente en Nicea 300 años más tarde.
Hace pocos años tuvimos ocasión de conocer el evangelio apócrifo de Judas, y así pudimos saber, casi 2 milenios después, que ese "monstruo de maldad y traición", que por "30 monedas" vendió al Rabí, fue realmente el más cercano confidente de Jesús.
Los planes de Pablo eran claros en ese sentido, era indispensable convertir a Judas en un chivo expiatorio para separar de una buena vez al cristianismo del Judaismo y de paso convertir a los judios en "asesinos de Dios"...lo cual, que nadie lo dude, fue una de las más siniestras conspiraciones de la historia humana...y con las más desastrosas consecuencias para toda la Humanidad.
Muy probablemente existieron otras cartas y escritos de otros cristianos sinceros que se oponían a las tergiversaciones de Saulo, especialmente aquellos que habían vivido en el tiempo de Jesús y lo habían escuchado en persona.
Pero esos escritos fueron sistemáticamente eliminados por Ireneo, el célebre obispo de Lyon, quien hacia mediados del siglo II dC se encargó de redactar el canon bíblico tal como hoy lo conocemos.
Fue él quien incluyó todos los escritos paulinos, pero desechó cualquier otro que lo contradijera acusándolos de herejes.
En su obra fundamental ,Adversus haereses, este obispo decidió quienes eran herejes y quuien no, y de acuerdo a ese criterio elaboró la lista de libros del Nuevo Testamento, la cual tenemos hasta el día de hoy.
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