Del bautismo y su significado esotérico.
BAUTISMO.
Es interesante como la fe no desmerece, aunque los puntos de vista de la apreciación de la Biblia sean diferentes. Algunos la toman de manera literal. Otros de acuerdo a ciertos dogmas de instituciones religiosas. A otros nos fascina el lado esotérico, mientras que los más capacitados, la entenderán en su profundo conocimiento críptico y santo. Para quienes nos gusta profundizar por el lado asible esotérico, por sus herramientas, raíces griegas, latinas, arameas, chinas… sus códigos ocultos etc. La Biblia esta profundamente enriquecida de pasajes y relatos, en los cuales uno se puede deleitar con fascinación y éxtasis místico, al observar su profunda sabiduría y significados. Como por ejemplo: el pasaje del bautismo.
En el se pueden encontrar tres puntos clave que a su vez se sub dividen en su apreciación.
(1).-El bautismo en sí, (2) el agua, (3) y la respiración.
Bautismo con agua. Quién la imparte inicialmente es un ser humano avanzado como lo fue El profeta Juan el Bautista. Simbolizando por el estatus de quien nos la otorga: Que ha sido a través de la vida como nos hemos purificado a través de inmensos torrentes de agua a través del tiempo en el perfeccionamiento, en nuestro Paraíso Adánico. Nosotros mismos somos más del 60% de agua.
Bautismo con energía divina. Este paso posterior está siendo impartido por nuestro Señor Jesucristo. Y por el estatus de quien nos la da, a través de su eucaristía, al ofrecernos de comer y beber de su carne y sangre. Pero siendo actualmente un grandioso ser espiritual, hoy su “carne y su sangre”” es una poderosa energía espiritual. Si volviera a encarnar para estar presente entre nosotros, se vería sumamente limitado para realizar la gran obra en la cual actualmente se encuentra concentrado en nosotros. Pero al estar presente en estado espiritual, sus capacidades se multiplican enormemente para llevar a cabo la gigantesca tarea de elevarnos al reino espiritual de Dios. Siendo así, que su principal tarea es la de purificarnos y perfeccionarnos principalmente en nuestra dimensión espiritual, la cual él asiste con toda su propia energía espiritual actual.
(2).-Agua.
Está relacionada con el mundo Adánico, emotivo y pasional. La lucha constante pero necesaria, en este mundo, que perfecciona nuestras capacidades. El simbolismo del agua se encuentra constantemente presente en nuestra vida diaria con el énfasis emotivo y pasional que tiende a atraparnos. Ejemplo es La bestia apocalíptica del mar, 13, 1. “Y vi una bestia que subía del mar, la cual tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre los cuernos diez diademas, y sobre las cabezas nombres de blasfemia.” las naves (Que están sobre el agua) 18, 19 …todos los que tenían naves en el mar! Islas del mar (rodeadas de agua). 16, 20. Y todas las islas desaparecieron, y no quedó rastro de montes.
Todas estas referencias y más, nos hablan simbólicamente de una afrenta con iniciativa (la bestia procediendo del mar, o del peligro de vivir en estos medios pasionales. (Naves, islas).
En cambio, el desierto, es sinónimo de humildad, y concentración. Lugar donde los seguidores de Dios pueden encaminarse para tener mayor capacidad de profundizar en el Espíritu Santo. Como vive y lo hace Juan el bautista, Mateo 3, 3 “la voz del que clama en el desierto” así como nuestro Señor Jesucristo, al buscar, orar y tomar fortaleza espiritual en el desierto durante sus 40 días. Lucas 4,1. Jesús, pues, lleno del Espíritu Santo, partió del Jordán, y fue conducido por el mismo Espíritu al desierto,2. donde estuvo cuarenta días, y era tentado del diablo.
La ausencia del agua simboliza el perfeccionamiento espiritual que es capaz de superar las inducciones del mundo pasional en donde se encuentra la raíz de los siete pecados capitales. Como referencia se podría observar cómo se cortan las uvas (con su gran contenido de agua) simbolizando a las personas con grandes contenidos pasionales siendo éstos llevados a (el grande lagar de la ira de Dios. Apoc 19, 15.) O a sufrir las consecuencias karmáticas de sus acciones pasionales de su pasado.
Mientras que la primera cosecha de mies, que son granos de: Trigo, maíz, arroz, centeno, avena, cebada, sorgo, mijo, etcétera. No tienen tal contenido de agua (Simbólicamente representaría a personas que no se tendrían fuertes emociones internas y pasionales terrenales que dominaran a su ser). Ver Apocalipsis Cap. 14, 15-19.
Jesús al caminar sobre el agua (sobre los atractivos pasionales del mundo) simboliza que es capaz de estar por encima de ellas, lo que no sucede con los apóstoles y por ello Pedro (por el temor) se hunde en el mar. Mateo 14, 30. “Pero viendo la fuerza del viento, se atemorizó; y empezando luego a hundirse, dio voces diciendo: Señor, sálvame.”
(3).-El ciclo de la Reencarnación: morir, nacer. Como el ciclo del dormir y despertar. En el simbolismo del bautismo lo encontramos en el Ciclo de la RESPIRACIÓN, inhalar, exhalar. Está implícito. Observemos la ley de correspondencia en estos tres ciclos.
El bautismo en el Jordán. Es la inmersión de una persona creyente en el agua de un río. Este proceso oculto nos indica. Que debemos encaminarnos al rio de la vida sin temor de enfrentar la injuria o presencia pasional (agua) implícita en la vida. Pues tenemos un ejemplo terrenal a seguir (el profeta San Juan). Él nos anima, a no dejarnos llevar por las constantes aguas pasionales del rio de la vida. De hacerlo, nos ahogaríamos o podríamos estar perdidos. Pero nos sostenemos con nuestras comprensivas bases (nuestros pies). Nos sumergimos en sus honduras (conocemos el bien y el mal de las pasiones de la vida) pero tenemos siempre y finalmente una necesidad de alimento que es el más preciado, el aire. Simbolismo de lo divino. Vivir bajo el agua de las pasiones, es encaminarnos a la muerte espiritual. Nosotros naturalmente deseamos vivir, renacer, despertar, aspirar lo divino. Y nuestros miembros nos impulsan a alcanzar nuestro deseo de inhalar, a buscar lo elevado de la vida, La vida misma, y en ella a Dios.
En cada reencarnación nos sumergimos en el agua corporal del recién nacido que tiene más H2O que otros elementos bioquímicos. Como también nos sumergimos en las pasiones propias del mundo.
Mas todos por lo general aspiramos lo elevado, lo eterno, lo divino. El aire es simbolismo de lo divino.
Juan 3:8. Pues el espíritu (la gracia del Espíritu Santo), o el aire, sopla donde quiere; y tú oyes su sonido, mas no sabes de dónde sale, o a dónde va; eso mismo sucede al que nace del espíritu.
Dios nos insufla la vida espiritual elevada a través del “aire”.
Génesis 2, 7. Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.
Esta aspiración elevada, está maravillosamente representada en el bautismo. Aspiramos lo divino, comemos y bebemos de lo divino. Sin este ánimo y alimento no podríamos avanzar en el arduo camino de la ascensión por la vida, ni tener la suficiente inteligencia para conocer el bien y el mal y sabernos apartar sabiamente de las atracciones pasionales y terrenales del mal.
Bautismo… otra gran y profunda enseñanza cristiana.:thumbup::thumbup:
Paz.
Ulsr.