Nuestro mundo está más convulsionado que de costumbre, por los sucesos relacionados con el terrorismo y las luchas de poder en varios países.

Por supuesto que los medios de comunicación masiva son pescadores en rio revuelto y mucho de lo que no saben lo inventan, "pintando" así un panorama que
muchas veces no refleja la realidad. Por supuesto que la velocidad vertiginosa con la que llegan las noticias, y los grandes intereses económicos, políticos y
sociales que están en juego, contribuyen de por si a la sensación de caos, hecatombe, fin del mundo.

Como si fuera poco, también la amenaza de los cambios climáticos en el planeta preocupa y ocupa a la raza humana actual.