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Te olvidas que Jesucristo dijo a los apóstoles que ya estaban limpios por la palabra que Él les había hablado. Y es que Jesucristo nos enseñó la verdadera ley de Dios y librò a los confundidos de la confusión que había en el mundo porque no conocía la verdadera ley de Dios y por eso vivía en el error y en las tinieblas.
Entonces, cuando vino Jesucristo y enseñó al mundo la verdadera ley de Dios, el pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz, y a los que estaban asentados en regiones de sombra de muerte, luz les resplandecio.
Última edición por Elisabet*; 27-feb.-2022 a las 15:57
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Usted se calla ELIZABET
usted no aporta nada
deja la guanajeria esa
deja el tango
y canta volero
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Vaya arrogancia y falta de respeto a los foristas que ha tenido Kimo hacia quienes tratamos de dar respuestas. Y precisamente él, que siempre está diciendo que ellos, los TJ, explican y dan respuestas a quienes plantean alguna duda o argumento.
Ahora, sobre las citas de las escrituras que VXB ha expuesto, no responde a VXB, sino que, en lugar de tratar de darle respuestas, me dice a mí que me calle cuando estaba respondiendo sobre la primera de las citas de las escrituras que VXB expuso.
Ya que a mí me mandó callar, esperemos a ver lo que Kimo tiene que decir para dar respuesta en cuanto a las demás citas de las escrituras que VXB expuso.
Última edición por Elisabet*; 01-mar.-2022 a las 02:14
La ley del “ojo por ojo” formaba parte de las leyes que Dios dio a los israelitas mediante Moisés.
Además, Jesús la mencionó en el Sermón del Monte
(Mateo 5:38; Éxodo 21:24, 25; Deuteronomio 19:21).
Jesús, no indico que fuera una ley de hombres....
Según esta ley, el castigo que se imponía a un malhechor tenía que ser proporcional al mal que había cometido.
Esta ley se aplicaba a quienes hacían daño a propósito a otras personas. En esos casos, la Ley mosaica decía:
“Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente;
la misma clase de defecto que le cause al hombre, eso es lo que se le debe causar a él” (Levítico 24:20).
La ley del “ojo por ojo” no daba permiso para vengarse. Más bien,
ayudaba a los jueces nombrados a imponer castigos apropiados,
ni demasiado severos ni demasiado blandos.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)