LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Un verdadero cristiano no mata a nadie ya que Cristo dijo: ama a tu enemigo, así que no me asocien a por ejemplo a mi con las masacres de la mal llamada santa inquisición de la gran ramera u otros.
Es la herencia cristiana de un dios violento y sangriento, recuerda las guerras por jerusalen de dios con David, o el diluvio, o Sodoma y Gomorra, o a Job, y las plagas, sequías y enfermedades que tanto gustaba mandar.
Ahí solo caían los hombres, mujeres y niños como chinches bajo la mano de tu dios.
Y el famoso Apocalipsis, ¡¡Qué malote es tu dios Kimo!!
Un Dios justo y misericordioso
que nos ama tanto
que dio a su hijo.
Algunos matan a sus hijos
para no tenerlos
es una práctica común.
Jehová mandó al antiguo Israel que guerreara
para tomar posesión de la tierra que él mismo había señalado como herencia para ellos,
y para ejecutar a personas cuyas prácticas depravadas y desprecio del Dios verdadero
habían hecho que Jehová ya no las considerara dignas de vivir
No obstante, se mostró misericordia a Rahab
y a los gabaonitas porque demostraron fe en Jehová
En el pacto de la Ley, Dios estableció reglas para la clase de guerra que aprobaría,
y estipuló excepciones y cómo debería efectuarse este guerrear.
Aquellos conflictos fueron verdaderamente guerras santas de Jehová.
Eso no es cierto del guerrear carnal de ninguna nación de hoy día.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
¿Qué hacemos con los que fulmina y convierte en sal?
¿Qué hacemos con las decenas de miles de muertos que causó en Jerusalén?
¿Qué hacemos con Sodoma y Gomorra donde también había niños?
¿Qué hacemos con las matanzas de los niños en Egipto?
¿Qué hacemos con el diluvio?
¿Qué hacemos con las plagas y enfermedades que enviaba?
¿Qué hacemos con el Apocalipsis? ...
Eso es parte de la retribucion por la dsobediencia.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "