Mira tú.
Emprendes la retirada, porque sabes perfectamente que tus creencias son subjetivas,
pero si es que lo llegas a reconocer, te quedarías en la calle, abandonado por tus hijos, por tu familia, por tus amigos.
Es demasiado lo que está en juego como para reconocer lo que se te dice.
Me das mucha pena.