No veo en ninguna parte de mi retórica ni aquí ni en ningún lado prohibiciones. En un mundo educado y racional, nadie comería como marrano en engorda, no porque esté prohíbido, sino porque vaya, no sería racional hacerlo. Así mismo, no habría mujeres que buscaran viejitos para tenerlos de pareja ni viejitos divorciados buscando lo que deberían haber consolidado desde jóvenes.