Por eso digo que es una incongruencia. Un Dios que exige que su Hijo muera, para quedar Él satisfecho por la desobediencia que le hizo el primer hombre. Que por ese pecado hay dolor, enfermedad, pobreza, miseria. Penalidades estas no redimidas por la muerte de su Hijo. Y que después de tanta sangre y sufrimientos, una persona sacada de la nada sin que ella lo pida, que quizá parte de su vida ha tenido una enfermedad que le impidiera andar y haya tenido que ir en una silla de ruedas; que esa persona pueda ir a un infierno por toda la eternidad, creado por un Dios bondadoso… como que chirrían los dientes.