Yo en otro tiempo fui creyente. Después, y debido a la ambigüedad de la Biblia, dejé de ser creyente.
Un ejemplo de esa ambigüedad se encuentra en Génesis 9:1-6. Por mucho que lo leas, no terminas de saber con certeza qué quiso decir Dios. Parece un jeroglífico

“Todo lo que se mueve y vive os será para alimento”. Está claro que el ámbito aplicado aquí es muy amplio.
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”. Esta frase no concuerda con la primera.
Cabría una posible interpretación: <No os comáis a los animales vivos>

Desde ayer he pensado bastante en este asunto. He sacado una idea que te la expongo, por si te es útil.
Todos sabemos que el pueblo judío era el pueblo elegido por Dios.
El pueblo judío ha sido el depositario y custodio del AT. También era el que tenia autoridad para interpretarlo.
Si dejamos a un lado lo de Jesús, el pueblo judío ha seguido guardando los mandamientos de Dios, y viviendo conforme al AT.

Tenemos que pensar que también para este pueblo ha llegado la era moderna. La ciencia. Las transfusiones de sangre.
Te aconsejaría que averiguaras qué opinan los judíos en relación a esto.
Si los judíos admiten las transfusiones, deberías advertir a tu comunidad religiosa que quizá haya llegado el momento de plantearse seriamente esta cuestión.

Si una noche circulas por una autopista, y ves muchas luces enfrente que se acercan a ti; échate a la cuneta: Te has equivocado de carril.

Los versículos del AT fueron escritos para los judíos. Ellos mejor que nadie pueden interpretarlos. Tienen la autoridad moral para hacerlo.
Siempre digo que si quieres beber el agua fresca y cristalina de una fuente, bébela del caño, no del reguero del suelo.

En el NT nada se dice sobre este tema.(*)
Es un tema que emana de versículos del AT.
Pienso que la postura que hayan tomado los judíos sobre este tema, es muy digna de tener en cuenta.
(*) P.D. He recordado este pasaje. Lo transcribo por si también tuviera alguna utilidad:

“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo convenio, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”. (Mateo 26:26-28)