El ministro Rafael Catalá aunque lleve razón esta vez ha pecado de injerencia. Los jueces hartos de esas injerencias han respondido con un corporativismo que no procede al defender una causa que es indefendible. El Convenio de Estambul suscrito y firmado por España en el año 2016 en sus artículos 34, 35 y 36 establece de forma contundente y clara que las Parte firmante adoptaran las medidas legislativas o de otro tipo necesarias para tipificar como delito el hecho cuando se comete intencionadamente. La intencionalidad, queda fuera de dudas puesto que se les ha sentenciado con una pena. Si fuesen inocente , la pena no tendría lugar Otra cosa es las amenazas, coacciones y el que la victima ofreciese resistencias, ES aqui donde se entra de lleno en el famoso articulo 36 que podeis encontrar en internet.

Habría que distinguir entre el concepto de Ley y el concepto Justicia. Son términos aparentemente iguales pero que alcanzan dimensiones distintas. Hitler, por ejemplo pudo mandar mediante Ley a los judíos a la hoguera. Otra cosa es que sea de Justicia. Conviene aclarar ademas que ESpaña esta sujeta a Derechos Humanos y que sentencias como esa van en su contra. El objetivo primordial de las penas, como he apuntado en anterior ocasión es el de reinsertar en la sociedad al delincuente. Otra misión es el pago a la sociedad el daño causado por el delincuente. La carcel si no conlleva una terapia de nada sirve. DE otro lado esa pena tiene que estar acorde con el daño causado. No se puede dar la sensación de impunidad ante tales delitos. Otra cosa es, que a lo largo del encarcelamiento y asistido el reo por las pertinentes terapias de muestras de verdadero arrepentimiento . Lo que se puede verificar mediante seguimientos.

De importancia vital es tambien, el averiguar como determinados programas de television tienen acceso los sumarios de los juzgados. Esclarecer para que no haya asomo de la menor duda como ha sido posible que la Audiencia de Navarra tenga fallos tan enormes como el dejar al descubierto datos identificativos de la victima

¡Gracias por el aporte, Mandragora!