Cita Iniciado por MagAnna Ver Mensaje
Os leo y releo a todos, en este hilo, y a pesar de ver ciertos desacuerdos, desavenencias, ironías, burlas, sarcasmos, hasta lo que parecen ser "diferencias irreconciliables"... yo "siento" de que si nos tocara reunirnos todos en persona, en un mismo lugar, sencillamente, para conversar alrededor de una mesa... pues estoy convencida de que lo haríamos con ganas, con curiosidad y hasta con alegría, por sentarnos cara a cara, y compartir lo poco o mucho. Y sobre todo, por darnos cuenta y entender que no hay ningún odio latente, y que tan sólo aspiramos todos a lo mismo: Llegar a la única Verdad auténtica y verdadera.
Cierto es que por ello, muchos empleamos caminos distintos, y a la prueba está que muchas enseñanzas difieren en contenidos, detalles y aplicaciones.
Pero la meta final es la misma. Y no es mejor transitar esos distintos caminos, a las buenas? Respetando diferencias, evitando conflictos innecesarios que a buen seguro no agradan a Dios? Seguro que Él espera mucho más de todos nosotros.
No olvidemos que Dios es amor. Y nosotros?? ehhh?

Un abrazo a todos! :001_smile:

P.S.: Los últimos versículos aportados por Petra en el post anterior, vienen al pelo:

Tesalonicenses 5:21-23 (RVR1960)

21 Examinadlo todo; retened lo bueno.

22 Absteneos de toda especie de mal.

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Con lo bien que has hablado y nadie te ha dicho nada, que desagradecidos son.
Yo al menos intento retened lo bueno de cada uno, pero es que de algunos es muy dificil pues sus pensamientos no son para nada cristianos.
A otros aunque se que la fe es muy importante para cada uno pero no entiendo como pueden defender algo que ha echo crimenes a lo largo de toda su historia y encima decir que lo fundo Jesus.
Una cosa es la fe y otra la ceguera en que los mantiene el diablo
(2 Corintios 4:4) entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase a ellos la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.