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VANGELIS
La hora de Jesús, tan dramátuca para Él, la resolvió para nosotros en un recuerdo que hace presente la realidad de la redención.
La Eucaristía es, pues, un banquete infinito.
Por eso es tan importante la Misa, . . La Eucaristía nos hace estar conectados
con el soplo de Dios, con ese "boca o boca" del Creador. En ella, la acción de comer, además de ser un gesto instintivo de supervivencia, se convierte en un acto de fe.
Vivir para ver. Comer para vivir y ver que esa comida nos introduce a la Trinidad, donde es imposible morir porque es un alimento en el que se asimila la vida eterna, . . o mejor, Dios mismo nos asimila.