Huele a huevo revuelto con tocino... :blink:
¡Qué día! Me largo a comer.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Empaco una vez más... otra vez a fugarse de casa.
Y me dejaste en eso, me sacaste del proceso, me diste una trompada con tu brazo secular, y me dejaste llorando, con los mocos por el fango mientras te pedía otra oportunidad, soy un hombre que sufre...
Me dejo consentir y me voy a comer.
"Imagina el honor de que un escritor se enamore de ti y escriba de ti como si fueras lo más bello de su mundo"