Iniciado por
Azulynegro
Tu argumento es bueno y esta bien estructurado para el caso que indicas. Sin embargo, ha sido culpa mia no haberlo explicado corréctamente. Permíteme completar la imagen de ese desconocido.
Ese desconocido del que hablo no es el desconocido de discoteca. Hablo del semidesconocido que en la primera cita le dices que "no eres de esas" y él deja de llamarte, y entonces te das cuenta de que, con ese juego no harás nada con el.
El desconocido del que te hablo es desconocido porque realmente no llegas a conocerlo, no porque nunca le has visto antes. El desconocido del que te hablo es ese con el que quisieras estar, pero solo te llama para follar, y tú así lo aceptas porque supongo, "un poco" es mejor que "nada".
Y ahora te pongo en la siguiente situación:
Tienes delante al chico que realmente te respeta, el que se ha pegado 2 meses persiguiéndote y tú te has hecho la tonta por mucho que sabías que le gustabas, y que tras dos meses aceptas su invitación a cenar.
Durante la cena, en la que él se porta como un caballero, escuchando con atención todo lo que dices como si fueras la persona mas importante del mundo, de repente suena el teléfono. El desconocido quiere verte, por supuesto después de que el gilipollas (llamémosle por lo que es) que tienes delante pague la cena.
Y cuando el gilipollas pague la cena, te acompañe a casa, y trate de besarte, rápidamente mostrarás tu mejilla porque "no eres una de esas". Quieres dar una buena impresión. 5 minutos mas tarde llamarás al desconocido para que venga a tu casa, te cambiarás de ropa por algo mas de put...sexy. Te ducharás y prepararás bien, mucho mejor que la ropa que ni te quitaste del trabajo para quedar con el gilipollas.
Llegará el desconocido, y como tantas otras veces te follará bien follada, sin preámbulos ni tonterías. Los masajes y la estimulación son para el gilipollas, y solo una vez que pase las 12 pruebas de Asterix a las que le vas a someter, porque tú no eres "una de esas". Eso si, para el desconocido llevas mojada desde que te llamó por teléfono en el restaurante.
Y una vez follada y bien follada se pondrá la ropa y se irá, y tu te quedarás pensando en cómo poder conquistarle y esperando que te llame de nuevo para, con suerte, te trate aun peor. Eso si, si el gilipollas se atreve a dejar la cama sin la media hora de arrumacos le montarás un pollo impresionante y dejarás de hablarte con él hasta que, tras mucho insistir, decidas perdonarle.
¿Te suena? Igual no te ha pasado a tí, igual no ha pasado exáctamente así, pero estoy seguro de que conoces la película.