Leyendo un libro de espiritualidad, . . . encontré esta otra significativa respuesta:

"Bastó. El Sacrificio de Cristo es suficiente y sobreabundante para la Redención de todo el género humano; y no sólo no son necesarios otros sacrificios, sino que ningún otro sacrificio es agradable a Dios: la Cruz de Jesús y su renovación sacramental en la Santa Misa, es el único Sacrificio de la Nueva Alianza.
El Señor no quiere que hagamos otros sacrificios; sino que nos unamos con nuestro sacrificio, al único Sacrificio: el sacrificio de la Cruz."