Iniciado por
Torquemada
La credibilidad, estimado Intelectivo, se obtiene con hechos, no con palabras. Yo te puedo decir que tengo en mi garaje un coche de oro , o de oropel, por lo menos, y me paso todo el día hablando de sus bondades, pero resulta que no lo muestro. ¿Cómo puedo exigirte que me creas?
Como la religión no nos viene por generación espontánea, sino por inculcación de familiares, profesores y el entorno, es posible que nuestros padres nos convenzan de que tienen un coche guardado en el garaje, del cual ni siquiera oímos el ruido del motor, pero como nos lo dicen nuestros mayores, entonces tenemos que creerles sine qua non.