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Lo curioso es que si no se puede demostrar que esa secta va en contra del código penal, la persona captada y sacada a la fuerza podría denunciar a sus raptores (familiares, amigos, veteranos) y volver a entrar donde estaba metida.
Vivir para ver.
En Rusia ya se les demostró qué van en contra del código penal.

La libertad de culto no puede ser pretexto para poner en riego la vida de ciudadanos.

Hay testimonios que dicen como los testigos aplauden a todos aquellos que por respetar su estúpida ley, dejaron morir a un hijo, un hermano o un padre.