La discusión sigue porque no se aceptan los mandamientos del Evangelio que Jesús mandó guardar.
La discusión (¿qué discusión me pregunto?) sigue porque el trio al cual perteneces carece de toda comprensión de lectura.
Y no solamente por eso, sino porque además cambias las palabras de las escrituras, y lo que no te acomoda, lo inventas.