Qué bueno, Juan!!!
Aún recuerdo las de 25, con el agujero en medio, para meterla en el dedo de San Pancracio!
En fin. Lo mío fue una desilusión pura y dura!
El franco era mucho aquí, y bien poco allá, dónde ni ahorro, ni ná!
Con la rubia, era distinto. Se podía contar y hasta ahorrar!
Y ahora, con este... Ni ahorro, ni llego. Para el que lo quiera y/o pueda, que agarre su euro!! Que mejor en tu bolsillo, que en el de ellos!!