Me parece demasiado entrometida tu parte tratar de defender a un cobarde apocado, ofensor de todos los que participamos en el foro.
Es denigrante de tu parte que defiendas a alguien que solo denigra a tu religión católica romana.
Ni tú tienes la suficiente integridad moral para hacerlo. Pues hasta ahora no me han rebatido muchos temas. Solo se esconden en las mazmorras del olvido. Lanzando en tu caso piedras de amedrentamiento u ocultándose.
A ti no te diré: “Lo dicho: Ojalá no tuvieras el cerebro cercenado por la Bestia del Vaticano para contra argumentar lo abajo expuesto por ejemplo:” Pero puedes empezar a desmentir la biblia.
-----------------------------------------------------------------------------
Deuteronomio 5, 8 No harás para ti escultura, NI IMAGEN ALGUNA DE COSA QUE ESTÁ ARRIBA EN LOS CIELOS.
Entiéndase HOSTIA, que contiene la imaginación de que Cristo de los Cielos está en LA HOSTIA.
9 No te inclinarás a ellas ni las servirás;
Como todos se arrodillan e inclinan, cuando levantan la Hostia-Satánica, y después la sirven en ritual satánico, porque degluten una materia-hostia previamente adorada."
¿Cuándo Elohim a ofendido a todos, si sólo son 4 los que se quejan de él?
y raramente son los mismos 4 anticatólicos que paran festejando sus necias ideas?.
pero igual, núnca podrán contra nosotros. ¿Y por qué te asombra que lo defienda? si se juntan cuatro y se la agarran contigo y te insultan todo el tiempo, también te defenderé, no lo dudes.
CUANDO SE PIENSA . . .
Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.
Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.
Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplandores y fue el convertir el pan y en vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.
Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesonario, Dios obligado por su propia Palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.
Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.
Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.
Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación sacerdotal.
Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey: y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.
Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.
Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario, el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.