Así mismo es
ellos decidieron pecar
no lo heredan de nadie
nosotros si, lo heredamos de adán
por eso los niños mueren antes de ellos pecar porque tienen el pecado ya en su cuerpo
ese pecado causa imperfección y muerte
Adán pecó, lo hizo por decisión propia,
en calidad de ser humano perfecto, que no padecía incapacidad alguna,
una condición de la que su prole obviamente nunca ha disfrutado.
Por lo tanto, estos factores no parecen encajar con el punto de vista de que
‘cuando Adán pecó, todos sus futuros descendientes pecaron con él’.
Para que a todos los descendientes de Adán se les considerara responsables
de participar en el pecado personal de Adán,
se requeriría que hubieran expresado el deseo de tenerlo como su cabeza de familia.
Sin embargo ninguno de ellos decidió nacer de él;
el que las personas nazcan en el linaje de Adán es el resultado de la voluntad de sus padres. (Jn 1:13.)
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Nosotros no cargamos con el pecado individual de las personas
se nos pasa el pecado general que nos convierte en personas defectuosas
Como somos personas defectuosas
no podemos obedecer la ley de Dios
en su totalidad
Se nos psasa la condicion de pecadores
no pecados individuales que hayan cometido
otros
Cada cual carga con su pecado individual
nosotros no cargamos con el pecado personal de otros
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Mucho menos con el pecado personal de Adán
Adán pecó, lo hizo por decisión propia,
en calidad de ser humano perfecto, que no padecía incapacidad alguna,
una condición de la que su prole obviamente nunca ha disfrutado,
por eso los niños mueren antes de ellos pecar
porque tienen el pecado ya en su cuerpo
ese pecado causa imperfección y muerte
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Para Jesus el que es inocente no muere, duerme.
El salario que el pecado paga es muerte” (Ro 6:23),
y por haber nacido en el linaje de Adán, todos los hombres
han llegado a estar bajo la “ley del pecado y de la muerte”.
(Ro 8:2; 1Co 15:21, 22.)
El pecado y la muerte ‘han reinado’ sobre la humanidad y la han subyugado,
sometiéndola a la esclavitud a la que Adán la vendió. (Ro 5:17, 21; 6:6, 17; 7:14; Jn 8:34.)
Estas declaraciones muestran que al pecado no solo se le considera la comisión
u omisión de ciertas acciones,
sino también una ley,
principio gobernante o fuerza que actúa en los humanos,
a saber, la inclinación innata a cometer el mal que han heredado de Adán.
De modo que su herencia adámica ha producido
‘debilidad de la carne’, imperfección. (Ro 6:19.)
La “ley” del pecado obra continuamente en sus miembros,
intentando controlar su proceder, hacerlos sus súbditos,
a fin de que no estén en armonía con Dios. (Ro 7:15, 17, 18, 20-23; Ef 2:1-3.)
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)