Es cierto que muchas personas están abandonando sus iglesias y grupos religiosos. No es porque estén renegando de Dios, sino porque están rechazando a sus falsos representantes. Las religiones que se entrometen en los asuntos del mundo, como en sus sistemas de gobierno y en sus leyes, son solo falsos religiosos. La religión verdadera que espera y predica el reino de Dios no participa en los asuntos del sistema de gobierno humano ...

Cualquier organización religiosa que haga eso es falsa. Los testigos de Jehová ayudamos el mundo de diferentes maneras: primero que todo enseñamos a las personas a tener una relación personal con el Creador, y les mostramos con las Escrituras qué es lo que agrada o desagrada a Dios que las personas hagan. También les enseñamos verdades sobre el estado de los que mueren, el futuro de la humanidad, etc. Esas enseñanzas contribuyen a una mejora considerable en las personas y comunidades, porque ayudan a muchos a cambiar su personalidad para agradar al Creador. Esas personas abandonan malas prácticas como la mentira, el robo, las drogas, la violencia, etc, y de ese modo contribuimos a que las comunidades tengan personas con valores más elevados, que son los valores que reflejan los principios bíblicos.

No es nada nuevo el hecho de que en algún momento las personas ya no encontrarán instituciones religiosas que realmente reflejen o representen a Dios y al mismo tiempo se metan en los asuntos del mundo. Los gobiernos e instituciones globales como la ONU, van a eliminar a esas instituciones que se entrometen en lo que no deberían. Eso ya está predicho en la Biblia (Apoc. 18) y los testigos hace mucho que lo estamos diciendo al mundo.

Este momento es para que no pierdan más tiempo los que buscan al pueblo de Jehová, porque pronto se van a quedar sin otro lugar adonde ir, y ni aquí podrán entrar ... porque cuando comience la gran tribulación con la caída de esas instituciones religiosas ya no se les permitirá entrar en este pueblo. Solo les quedará esperar su juicio desfavorable de parte de Dios.